dissabte, 26 de juliol del 2014
629. Los últimos mandeos, un pueblo que se extingue
Los mandeos son los seguidores de la doctrina religiosa de San Juan Bautista a quien consideran el Mesías. Sus creencias son gnósticas, los seguidores de la gnosis no se salvan, como los cristianos, por la fe, sino por el conocimiento divino (manda significa conocimiento). Esto permite al hombre salvarse por sí mismo mediante la mística, la ética y ritos; no depende todo de la divinidad. Su libro sacro es el 'Ginza Rba'. La poligamia es aceptada y, como el resto de los gnósticos, consideran que el alma es presa del cuerpo.
La religión Mandea es milenaria aunque muy minoritaria. Los mandeos huyeron del actual Israel hacia Mesopotamia los dos siglos posteriores a la muerte de Cristo. Allí han sobrevivido conservando creencias y su lengua, el mandeo, que es un dialecto del arameo. Siempre han vivido cerca de los ríos para favorecer el acto místico más importante de su doctrina: el bautismo purificador.
Después de veinte siglos se han encontrado inmersos en el escenario de guerras modernas sufriendo una persecución doble. La persecución en Irak fue especialmente cruel ya que la intervención de los EEUU acabó con la tolerancia religiosa del gobierno baaista de S. Hussein. Los Mandeos fueron objeto de un genocidio que los obligó a convertirse, morir o huir. Los 60.000 mandeos que había en Irak marcharon hacia Occidente y a Siria. Actualmente quedan menos del 10% de la cifra anterior a 2003. Se les considera los últimos gnósticos y los últimos esenios.
Muchos fugitivos fueron hacia Siria donde también gobernaba el partido Baas marcado por la tolerancia religiosa. Allí pudieron vivir unos años hasta que las milicias rebeldes, otra vez armadas por los EEUU, se rebelaron contra Asad imponiendo el Islam a golpe de fusil. Por eso los mandeos piden el regreso al statu quo en Siria. Posiblemente, sin embargo, ya es demasiado tarde y las comunidades de mandeos más importantes empiezan a ser las de la diáspora en Irán pero también en Canadá, EEUU y Australia. Allí, a buen seguro, su cultura milenaria es amenazada de muerte. Curiosamente también los cristianos de Siria y la minoría kurda se han posicionado como los mandeos, en contra de los rebeldes que están decapitando y ejecutando las minorías étnicas y religiosas rompiendo el frágil equilibrio que el gobierno del Baas mantenía.
Article publicat a "El Periódico"
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